¡Qué bien volver a escribir aquí!
Han sido años de no publicación, pero sí de escritura, pero poco, menos de lo
deseado como se acostumbra. El motivo de volver hacerlo me lo da un amigo con
una idea estupenda, que enmascara valores hoy y siempre valiosísimos como son el
esfuerzo, valentía, emprendimiento, coraje, lucha y trabajo, mucho trabajo.
Cómo siendo español, de Sevilla y
con grandes dotes de “espabile” uno se ilustra, estudia, interpreta, diseña…¡crea! Crear una idea y plasmarla en un negocio, tener una idea un día, que probablemente
sea una pasión, y plasmarla en un negocio, tu negocio, tu vida, tu dinero, tu
pasión, tu inversión. Siendo un “noveau” experto en vinos gracias al leal saber
y entender de la sapienza de la ciudad de “Bordeaux”, hoy tengo la suerte de
tener un amigo experto en vinos y que encima ha abierto una tienda de vinos,
con un gusto y una belleza propias de la zona del Rio Dordoña, allá en las
preciosas tierras de Aquitania, las de Leonor…
Situada en la “ Rue de la Balme”
en Beynac-et-Cazenac, mis queridos Lorena y Enrique se han aventurado, una vez más, en el
difícil pero apasionado mundo de los vinos, tratando de plasmar las lecciones
aprendidas en Burdeos y despachar grandes caldos a los viandantes de la región
de Aquitania, sitio turístico donde en el pasado medievo, que aún se conserva,
ya bebían vino, seguro estoy, no tan rico y acertadamente explicado como lo
hace Enrique, que además de una sonrisa inigualable ”que viene de fábrica”, te
explicará y abrazará con sus explicaciones que te llevarán a elegir el vino que
exactamente te guste, el que buscas o ese que quieras descubrir pero que por miedo
a lo desconocido nunca antes lo habías probado. Enrique te da, lo que el
desconocimiento te quita, te da formación, interés e intuición de lo que el
cliente quiere cuando entra en su “despacho de vinos” que en su diseño se
asemeja a esos despachos de mosto de la Híspalis aljarafeña de tiempos pasados.
Tienda pequeñita familiar acogedora y coqueta, lo justo para sentirte cómodo
entre barricas y botellas de buen vino, en su mayoría francés, y seguro que
algunos de ultramar. Prometo llevarle algo del Sur de África entre “pinotages y cabernetes” de los otrora
Hugonotes.
Expertos y vecinos de la zona ya disfrutan de su apertura de
puertas que tendrá colofón con su inauguración donde estoy seguro habrá, entre
otros manjares, muy buen vino. Ojalá el que escriba pueda estar en la
inauguración.
Mis mejores deseos de suerte y éxito en esta “caldosa”
aventura.